La autovía A-44, principal enlace entre Granada y la Costa Tropical, permanecerá completamente cerrada al tráfico entre los kilómetros 165 y 175 desde el 9 de septiembre hasta el 19 de diciembre, debido a las obras urgentes de reparación en el viaducto de Rules.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible confirmó que, durante este periodo, la circulación se desviará por la carretera nacional N-323. Como alternativa, podrá utilizarse la A-346, que conecta Órgiva con Vélez de Benaudalla y enlaza de nuevo con la A-44 en el kilómetro 175, aunque esta vía no es apta para camiones ni vehículos de gran tamaño.
El cierre afecta directamente al acceso al Puerto de Motril, cuya Autoridad Portuaria ya ha sido advertida para informar a las empresas que operan en la dársena. A pesar de las restricciones, el puerto ha asegurado que las operaciones continuarán con normalidad, incluido el transporte de palas de aerogeneradores.
Desde distintos ayuntamientos de la Costa Tropical se ha expresado malestar, alegando que no fueron informados con antelación por parte de la Subdelegación del Gobierno. La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, señaló que, aunque las obras son necesarias, “lo lógico habría sido convocar una reunión con los municipios afectados para coordinar soluciones”.
Por su parte, el alcalde de Almuñécar, Juanjo Ruiz Joya, criticó lo que calificó como “una absoluta falta de lealtad institucional y de planificación”, advirtiendo del impacto que tendrá tanto en vecinos como en empresas: “En Almuñécar y La Herradura, vivimos del turismo, de nuestra agricultura y de nuestras empresas. Se colapsa la N-340, una vía ya saturada, se pone en riesgo la seguridad vial y se asfixia a un sector turístico que es el sustento de miles de familias.», afirma.
Ruiz Joya recalcó que los municipios apoyan la mejora de las infraestructuras, pero rechazó que se impongan decisiones de este calado sin diálogo ni coordinación:
“Exigimos al Gobierno de España y a sus representantes en Granada una rectificación inmediata. Pedimos planificación, diálogo y alternativas viables. Reclamamos que se nos escuche y se nos trate con la lealtad que merecemos”, añadió.
El desvío por la antigua carretera de la Costa implicará trayectos más largos y lentos, con previsibles atascos que afectarán a trabajadores, estudiantes, transportistas y servicios de emergencia.
Según el Ministerio, estas medidas son imprescindibles para garantizar la seguridad tanto de la infraestructura como de los usuarios de la vía.
